Raúl & Cía. Otros pintores visitan La Loma del Olvido. 2019
Desde agosto de 2019 a enero de 2020, se pudo ver, en La Loma del Olvido del Pintor Raúl Torrent, una exposición en la que, entre las obras de este artista, se intercalaban las de otros autores con el vínculo común de su relación con Landete.
Las dos obras más antiguas, fechadas en 1969, pertenecen a Miguel Ángel Herranz. Dos crucifixiones a tinta, lineales, precisas, y otra más tardía de carácter expresionista. De 1971 es el paisaje nevado de Landete de Paco Perpiñán, sobria, sobre un soporte tan original como la pandereta. En la misma década, pero ya a finales, contamos con la vista de Ademuz de Salvador Monleón, una vivaz pintura de toques rápidos.
Las obras de Teo Mínguez Cano son más cercanas en el tiempo. Todas (excepto un retrato) de la actual década. De un detallismo sorprendente, el artista se aproxima a la propia naturaleza o elabora bellísimas copias de los pintores que ama. Aurelio Cabañas, por su parte, conoce muy bien los procedimientos de la pintura; los retratos de hombre y mujer y los paisajes que aporta así lo demuestran, a la par que hablan de la sensibilidad de un artista que ha experimentado con nuevas formas de acercarse a las ciudades.
De Fabio Gil López tenemos un retrato paradójico de colores vivos y formas desbocadas, alegre a la vez que tocado de cierto misterio. De Carmen López otro retrato, una acuarela un tanto inquietante, aun siendo retratos de seres familiares. Enigmática se nos presenta la obra de Alberto Motos, una técnica mixta pintada hace poco más de diez años. Sobre la vida y la muerte trata la irónica propuesta de José Luis Huerta, plasmada en ese autorretrato de un muerto sonriente rodeado de máscaras.
Fobia (Antonio Fabio Turégano), nos deja imágenes oníricas vinculadas con el surrealismo. Esclapés es una pintora que dota a sus figuras de una ternura paradójicamente llena de fuerza. De la polifacética y vital Victoria Torrent se ha seleccionado una abstracción que cpm claros referentes marítimos. Estas dos mujeres conocieron muy bien al pintor Raúl Torrent: sobrina y hermana.
Por último, Joan Callergues. No ha tenido relación con el pueblo, siendo la excepción de esta muestra; pero él ha hecho la imagen del museo, dejando aquí algunas de sus obras, matéricas y luminosas.